Thursday, May 28, 2009

On My Way to Siloam...Voy A Las Aguas de Siloe

“Is any sick among you? Let him call for the elders of the church; and let them pray over him, anointing him with oil in the name of the Lord; and the prayer offered in faith will restore the one who is sick, and the Lord will raise him up...” James 5:14-15

Recently I was prayed over by the elders in my church. It was awesome! A little intimidating, yet very insightful. The bible talks a lot about the wisdom of elders and I was thrilled when a friend approached me with the idea. I know that God can simply snap his fingers and heal me, but there’s a time and a place for everything. Life can’t be that easy or else what can we learn from it? I have slowly realized that there is a reason for my illness. There’s a reason for everything under heaven.



Before that evening of prayer John 9 had been brought to my attention by my father-in-law. The apostle John talks about the healing of a blind man. The first question that arose in my head when I was diagnosed with my disease was, “Why me? What have I done to deserve this?”


“As He passed by, He saw a man blind from birth. And His disciples asked Him, ‘Rabbi, who sinned, this man or his parents, that he would be born blind?’” John 9:1-2

Fair enough question, if you ask me. These past few weeks I’ve come to learn that it is not that I’ve done something horrible to be stricken with this disease. Because I have done nothing. For the purpose of getting my point across I will remind you that I have never smoked, nor used cocaine or marijuana, nor drank, nor used diet pills (which are all things that precede this disease, in most cases).

“Jesus answered, ‘It was neither that this man sinned, nor his parents; but it was so that the works of God might be displayed in him.” John 9: 3

I know that God’s name is being glorified through this disease. I know that my life will be a life spoken of. I know that soon will come the day that, not me, but my wonderful God will be talked about and glorified because of the healing and all the good that He is doing in my life. Have you ever wanted to experience something supernatural? Well, keep in touch with me! Because I am on my way to the pool of Siloam!

“…He [Jesus] spat on the ground, and made clay of the spittle, and applied the clay to his eyes, and said to him, ‘Go, wash in the pool of Siloam’. So he went away and washed, and came back seeing.” John 9:6-7


Last Sunday as I was listening to the message at church; youth Pastor Tony Wood spoke about, yes, you guessed it, John 9 and the blind man. He mentioned something that I had not put into perspective. You see, when you think of healing, you think of being healed, not of the journey that the actual healing will take you on. We live in a society where we want everything NOW.

As he spoke about how Jesus showed this blind man compassion, he mentioned how Jesus stopped and gave attention to this man, by spitting into dirt and making this mud and actually rubbing it onto the face and eyes of the blind man. The poor blind man was a reject in society, even to his parents, probably. Nobody gave him the time of day, let alone touch him. But Jesus showed compassion with his undeniable, non-judgmental love. At that point it hit me. I realized that Jesus has already done that to me and more! I have to say, that my disease really hasn’t been that bad. I am still doing all my normal stuff. I can still walk and talk and work and laugh and go here and do that. God has provided me a job with medical benefits that pay for the expensive medication. God has provided me a wonderful husband and the support of many friends and family that truly care about me. I am not depressed and have not become handicapped. Yes, I deal with little things here and there, but that’s all they are…little things. Nothing is going to get me down. If anything, I feel more empowered and happy and have gotten the opportunity to really enjoy life. I see my kids and husband with a new love. I wear these great lenses of hope that constantly let me peak into a world that is full of optimism. I am more today than I have ever been. I love it.

“Therefore the neighbors, and those who previously saw him as a beggar, were saying, ‘Is not this the one who used to sit and beg?’ Others were saying, ‘This is he, still others were saying, ‘No, but he is like him.’ He kept saying, ‘I am the one.’ So they were saying to him, ‘How then were your eyes opened?’ He answered, ‘The man who is called Jesus made clay, and anointed my eyes, and said to me, ‘Go to Siloam and wash’; so I went away and washed, and I received sight.’” John 9: 8-11



So, thank you God for rubbing your spit and dirt unto my life, and now I will head to the pool of Siloam. Who knows how long it took the poor blind man to get there. He must of stumbled and fell a bunch of times. So if I fall and stumble it’ll be okay. I have a group of people that will guide me and make me feel better. I don’t know how long it’ll take me but I will soon wash myself in the pool of Siloam and be healed.


In order for there to be a miracle of healing there's got to be a disease first. In order for it to become clean, it's got to be dirty first.



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“Si alguno está enfermo, que llame a los ancianos de la iglesia, para que oren por él y en el nombre del Señor le apliquen aceite. Y cuando oréis con fe, el enfermo sanará y el Señor lo levantará…” Santiago 5:14-15


Recientemente los ancianos de mi iglesia oraron por mi. ¡Fue realmente impresionante! Un poco intimidante, pero muy profundo. La Biblia habla mucho sobre la sabiduría de ancianos, asi que me senti muy emocionada cuando una amiga se me acercó con la idea. Sé que para Dios es cosa fácil curarme, pero tambien reconozco que hay una época y un lugar para todo. ¿La vida no puede ser tan fácil o bien, qué podemos aprender de ella? Ahora entiendo que hay una razón por mi enfermedad. Hay una razón por todo bajo el cielo. Antes de esa tarde, Juan 9 llego a mi atención a traves de mi suegro. El apostol Juan habla de la sanacion de un hombre ciego. ¿La primera pregunta que se presentó en mi mente cuando me diagnosticaron con mi enfermedad fue,
“Por qué yo? Qué hize para merecer esto?”


“Yendo de camino vio Jesús a un hombre que había nacido ciego. Los discípulos le preguntaron: –Maestro, ¿por qué nació ciego este hombre? ¿Por el pecado de sus padres o por su propio pecado?” Juan 9:1-2


Bastante razonable pregunta, en mi opinion. Éstas ultimas semanas he venido aprender que no es que he hecho algo horrible para ser afligido con esta enfermedad. Porque no he hecho nada. Con el fin de proporcionarle mi punto les recordaré que nunca he fumado, ni cocaína o marijuana he usado, ni bebí, ni utilicé las píldoras de la dieta (que, en la mayoría de los casos, son todas las cosas que preceden esta enfermedad).

“Jesús les contestó: –Ni por su propio pecado ni por el de sus padres, sino para que en él se demuestre el poder de Dios.” Juan 9:3

Sé que el nombre de Dios está siendo glorificado con esta enfermedad. Sé que mi vida será una vida de hablar. Sé que pronto vendrá el día de que, no yo, sino mi Dios maravilloso sera el motivo de platicas y sera glorificado debido a mi sanacion y todo lo bueno que él esté haciendo en mi vida. ¿Le tienen deseó a experimentar algo supernatural? ¡Bien, permanézcanse en contacto conmígo! ¡Porque mi curso me lleva a las aguas de Siloe!

“Dicho esto, Jesús escupió en el suelo, hizo con la saliva un poco de lodo y untó con él los ojos del ciego. Luego le dijo: –Ve a lavarte al estanque de Siloé…El ciego fue y se lavó, y al regresar ya veía.” Juan 9:6-7


El domingo pasado mientras escuchaba el mensaje en la iglesia; el pastor de los jovenes, Tony Wood, habló, sí, nada mas de que Juan 9 y del hombre ciego. Él mencionó algo que no había puesto en perspectiva. Ves, cuando piensas en la sanacion, piensas en ser sanado, no en el viaje en el cual la sanacion tomará. Vivimos en una sociedad donde deseamos todo AHORA. Mientras que él habló sobre cómo Jesús demostró compasión al hombre ciego y cómo Jesús paró y presto atención a este hombre, escupiendo en la suciedad y haciendo este lodo y frotándolo sobre la cara y los ojos del hombre ciego. El pobre hombre ceigo era un rechazo en sociedad, incluso a sus padres, probablemente. Nadie lo tomaba en cuenta, aún menos le daban un abrazo. Pero Jesús demostró la compasión con su amor imnegable, sin juzgar. Fue alli que hizo sentido. ¡Me di cuenta que Jesús ha hecho ya eso por mí y más! Admito, que mi enfermedad realmente no ha sido tan mala. Todavía estoy haciendo todo lo normal. Puedo todavía caminar y hablar y trabajar y reír e ir aquí y alla y hago eso y aquello. Dios me ha proveído un trabajo con beneficios médicos que pagan mi costosa medicación. Dios me ha proporcionado un marido maravilloso y la ayuda de muchos amigos y familia que me cuidan verdaderamente. No me deprimo y no me he discapacitado. Sí, enfrento pequeñas cosas aquí y allí, pero éso es todo lo que son… pequeñas cosas. Nada va a derrotarme. Si algo, me siento con mas fuerza y mas feliz; realmente he conseguido la oportunidad de gozar de la vida. Veo a mis hijos y marido con un nuevo amor. Uso unos anteojos de esperanza que me dejan ver constantemente a lo máximo un mundo lleno de optimismo. Soy más ahora que nunca antes. Lo amo.


“Los vecinos y los que otras veces le habían visto pedir limosna se preguntaban: –¿No es este el que se sentaba a pedir limosna? Unos decían: –Sí, es él.Y otros: –No, no es él, aunque se le parece. Pero él decía: –Sí, soy yo. Le preguntaron: –¿Y cómo es que ahora puedes ver? –Él contestó: –Ese hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos y me dijo: ‘Ve al estanque de Siloé y lávate.' Yo fui, me lavé y comencé a ver.” Juan 9:8-11



Así pues, gracias Dios por frotar tu escupido y lodo en mi vida, y ahora me dirigiré a las aguas de Siloé. :) Quién sabe cuánto tiempo tomó ese pobre hombre ciego para llegar. Debe haberse tropezado y caído un manojo de veces. Asi que si me caigo y me tropiezo, todo estara bien porque tengo un grupo de gente que me dirigirá y hará sentirme mejor. No sé cuánto tiempo me tomará pero pronto me lavaré en las aguas de Siloé y seré sanada.


Antes que se haga un milagro de sanidad, debe haber una enfermedad. Antes que algo sea limpiado, debe ser sucio primero.

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