"Bendeciré al Señor con toda mi alma; bendeciré con todo mi ser su santo nombre. Bendeciré al Señor con toda mi alma; no olvidaré ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas mis maldades, quien sana todas mis enfermedades, quien libra mi vida del sepulcro, quien me colma de amor y ternura, quien me satisface con todo lo mejor y me rejuvenece como un águila." Salmo 103:1-5
El otro día, de todos los días para olvidarme de mi cartel de desventaja para mi coche, conduje el vehiculo rentado de mi marido al trabajo. Para evitar una caminata larga y agutadora, debido a mi Hipertensión Pulmonaria, me estacione en un área del hospital en donde no deben los empleados parquear. A mi sorpresa, cuando salí de mi coche y procedí a caminar a la entrada, me encontre con el guarda de seguridad en su SegWay. ¡Arrrr!!! Sentía que mi sangre empezaba a hervir con su mirada como cuando un padre encuentra a su nina hacienda algo que no debe. Al punto de alegar clemencia al malo y granduoso policia, me sentí como una pequeña nina denuevo. Después de darme cuenta que incluso no tenía el papel del DMV para comprobar mi enfermedad, alegue mi defensa y le explique mis razones al policia de porque no me estacione en el lugar indicado para los empleados que esta en ese lugar mas alla a la distancia, en ese mundo tan lejano para mi. Él apuntó hacia la dirección donde él permitiría que me parqueara por el resto del día. Era tres carriles más lejos de donde me habia comfortablemente y tan graciosamente, estacionado mi pequeno carrito de renta. Entre de nuevo a mi carrito rentado y conduje al punto asignado. ¡No podía creer que cuando me sente en el asiento del conductor, casi comencé a llorar! Mi garganta desarrolló un nudo grande y sentí otra vez un codazo de parte de la lastima en mi hombro. Estaba allí para recordarme que estoy enferma y que tengo una desventaja.
"Insisten en que ellos son justos, en que tienen limpias las manos."
Job 17:9
Pero tan pronto cuando estos pensamientos externos malignos comenzaron a abrir rápidamente las puertas bloqueadas de la depresión, sentí una voz dentro de mi cabeza. Él dijo, “Si quiera mira al otro lado brillante, por lo menos él no te hizo estacionarte en la porción reservada para el empleado a lo largo de una milla.” Eso fue todo, fue todo lo que tomó para que florezca una sonrisa en mi cara. Mire al espejo retrovisor y heché una ojeada a mis ojos, en ellos una mirada llena de amor y paz segura y guardada hacia mí. Reprendi a la lastima y cerré la puerta de la depresión y casi fue como hubiese visto seres angelicales colocandose como guardas para protejerme encontra de ataques futuros. Mi caminata no fue dificil y llegue justo a tiempo al tercer piso en la sala de partos para empezar me turno de trabajo.
Mientras que he estado en esta jornada con la Hipertensión Pulmonaria, he aprendido a disfrutar a lo maximo cada situación. Donde en el pasado, puede ser que me haya ahogado en la lastima, ahora me encuentro más espiritual y llena de alegría. Soy agradecida por cada pequeño detalle pronosticado de Dios en el cual El piense en mí para mis caminos diarios de la vida. No hay un día que no veo Su mano trabajando en mi vida. Me ha llenado de una paz indefinible que solamente la alegría puede describir. Dulce son las palabras de mis amigas que me animan y perfumadas son las amistades que han encantado mi vida. Creo de verdad que todos aquellos a quien Dios pone en mi vida están alli por una razón y hay un propósito por cada encuentro. Dios es un dios de detalles minutos y El comprende nuestros corazones mejor que lo hacemos nosotros. Nuestra diminutiva comprensión nunca alcanzará Su sabiduría interminable pero mientras quede orientada nuestra confianza en ÉL, qué puede ir mal en nuestras vidas? Deseo que cada uno de ustedes sepan que me importan mucho. Si consideran y leen de mis palabras, ustedes saben quiénes son, yo quisiera que supieran que son importantes en mi vida. Quisiera que supieran que cuando le miro, le miro con el amor de Dios. Y a los que leen esto, confía en que Dios está allí para ti también.
Antes sufria por los amigos que no tenía. En mi soledad me sentía que no tenía a nadien en quien confiar. Reservé a mi ser verdadero para las que pasaban y aguantaban mi larga prueba de la amistad verdadera…(No eran muchas las que pasaron mi prueba). Pero ahora sé que hay mucha gente que se siente de la misma manera que yo me sentia. Esto es lo que decidí hacer: Espere en el Señor y decidi ser una persona verdadera a todos. Reservé nada a todos y provei mucho a cualquiera y termine, por encima de todo, haciendo muchas amistades verdaderas.
"Siempre os he enseñado que así se debe trabajar y ayudar a los que se encuentran en necesidad, recordando aquellas palabras del Señor Jesús: ‘Hay más felicidad en dar que en recibir." Acts 20:35
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12 years ago